Se abre el telón y apareces tú en un pútrido mundo gris, se abre el telón y te encuentras sola ante una multitud de inmundicias perseguidas de una barbarie de gandules, sí, ese jodido telón está abierto y no se va a cerrar.
Tú intentas continuar tu viaje, te mueves, andas, caminas, creces, investigas, y te encuentras con que cada hermosa flor que prospera entre la basura queda rodeada de moscas cojoneras hasta que sin encontrar opción alternativa acaba convirtiéndose en un desecho amargado, oscuro y feo.
Continúas tu camino, y aquel pútrido mundo gris te va mostrando poco a poco las más viles caras que te podría haber enseñado.
Has aprendido bastante, ya no quieres aprendes más, ni quieres descubrir más rostros de aquel mundo que te rodea, deseas que el telón se cierre por un momento, que te de un respiro, y que te dejen todos en paz, pero el telón se mantiene firme e impasible a tus deseos, en incluso parece reírse de ti.
Te agarras al clavo más ardiente que encuentras, y decides no soltarte, quédate ahí te dicen tus voces, quédate ahí que no vale la pena ir más allá.
Te ves ignorando todas las voces que te aconsejan, y al final haces exactamente lo que te da la gana, no hay nada que perder, no se puede caer más, así que saltas.
Quizás haya sido una buena decisión, quizás no....
El telón jamás se cerrará.
