sábado, 13 de julio de 2013

días que...

Hay días amargos y días dulces, hay días felices y días tristes, hay días fantásticos y días penosos...simplemente hay días....




Todos sabemos que cuando la desidia comienza a atacar nuestras inquietudes y que cuando los malos hábitos se adueñan de nuestros pensamientos, el día se torna fatidicamente en insípido y vacío. Y es que hay días en los que sólo se te ocurre escribir sobre la ausencia de ideas para escribir, y queda bien plasmado en el escrito que tal día como hoy mi imaginación voló del nido, dejándome asolada y anímica, esperando a ver si vuelve. Así que del mar de imágenes vacías que hoy alberga mi mente, simplemente destacar que hoy es día suicidio neuronal y de autocrítica mental, por permitir que tal catástrofe de imaginación arrase mi  privilegiada y obsoleta fantasía...

Con vuestro permiso voy a ver si me asomo al abismo de mi mente y a ver si recupero la fuente de mi ingenio...que debió de haberse escondido cuando se entero de la noticia de que el fin de semana muere, y de que a veces con él muere también un poco de mi tan amada inmadurez.

martes, 9 de julio de 2013

reflexiones matinales

Reflexiones matinales que nos curvan las agallas, pues las mañanas de tormento las pasé apenas sin aliento descubriendo los secretos que me turban el pensamiento, y es que apenas el sol asoma sus arcaicos brazos dorados por la cima más nevada y solapada de mi curiosa ventana, mis neuronas activas y despectivas comienzan a maquinar cautivas formas de amenizar mis veladas con mi idiosincrasia, creando de mi mundo tranquilo y sereno, un cauce desbocado de curiosas reflexiones matinales carentes de un raciocinio digno de alguna mención, y es que todas mis cavilaciones vienen evocando una misma idea inconclusa, mas no hay un segundo vital de ningún vividor que deba de ser en vano, mis alocadas meditaciones me revelan a veces una filosofía magnánima, cuyo único  fin es el de convertir a cualquier ente en un ser ser dichoso, ya que si cada uno de tus segundos se convierte en una lección para ti mismo, si cada uno de tus momentos los intentas aprovechar de la forma más conveniente para tu sonrisa, quizás seas dichoso.
Tendemos a convertir nuestro tiempo en algo orgánico de lo que hay que deshacerse rápido, solemos repetirnos cual loros, "a ver si pasa pronto", no hay mayor error que el de despreciar tu tiempo ya que no hay micro segundo en la vida de una persona que no valga lo suficiente como para desecharlo como si de un rastrojo se tratase, por eso mi reflexión de esta mañana sólo ánima a quien quiera ser animado a vivir intensamente, para quizás no morir tristemente...