miércoles, 18 de abril de 2012

Wk ap

Escucha absorto cómo las trompetas de guerra rompen el silencio, escucha absorto los lamentos de los débiles, escucha absorto la inquietud de la armonía, escucha cómo se funden los ruidos en la noche.....¡Revuélvete!.


Revuélvete en tu tumba. Revuélvete mientras oyes impasible al otro lado, revuélvete con tanta rabia que tus puños emanen sangre al quedar grabados por tus mugrientas uñas, revuélvete con tanto ardor que tu garganta quede muda de tanto grito, hasta que no se oiga más que un susurro.
Revuélvete tan arduamente que tus piernas queden desgarradas de sus fuerzas al patalear con tal ferocidad, que tus pies pierdan su sensibilidad al golpear contra la fría tumba....revuélvete.


Deja que tu furia somatice tu dolor, deja que brote el sudor, que se tensen tus músculos, que se contraigan tus pulmones.....siente el latido de tu corazón de nuevo, siente cómo invoca a tus fuerzas y te llena de energía, siente cómo poco a poco te embriaga el sabor de la propia vida, otra vez.

Despierta, pueblo, despierta.

lunes, 9 de abril de 2012

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Coordinemos nuestros pasos al caminar, coordinemos nuestras miradas, coordinemos nuestros labios, coordinemos nuestras lenguas, coordinemos nuestros susurros y nuestros silencios, coordinemos nuestros besos y nuestras caricias, coordinemos nuestros mordiscos y nuestros arañazos, coordinemos nuestros cuerpos y nuestros pensamientos, coordinémonos.
Y ahora que estamos perfectamente coordinados, ahora que nuestros gestos son una perfecta simbiosis, ahora que prácticamente somos uno. Rompámoslo.
Rompámoslo en pos de la espontaneidad, dejemos de pensar, dejemos de intentar ser uno, dejemoslo. Dejémoslo para que cada vez que tus pasos y los míos se fusionen en un ritmo se rompa por el calor de un abrazo, dejémoslo para que cada vez que te entre el sueño a medianoche quede irrumpido por mis ganas de acariciarte, dejémoslo para que cada vez que crea que sepas lo que vas a hacer me sorprendas con cualquiera de tus locuras.
Dejemos de coordinarnos, dejemos de no coordinarnos, dejemos que nuestras miradas se unan cuando nuestros cuerpos se separen, echémonos de menos y dejemos que nuestros cuerpos se unan en el calor de la noche, coordinados o descoordinados, es lo de menos.
Y ahora que somos el absoluto descontrol de la coordinación y la no coordinación, ahora que simplemente coordinamos nuestra descoordinación y descoordinamos nuestra coordinación, ahora es el momento, es el momento en el que lo único que importa somos nosotros.



lunes, 2 de abril de 2012

tenemos trabajos que odiamos para comprar mierda que no necesitamos.

Tenemos trabajos que odiamos para comprar mierda que no necesitamos ( El Club De La Lucha), definitivamente este es un planeta en el que nadie ha elegido nacer, definitivamente nuestra vida se basa en una constante lucha por conseguir un estilo de vida, un sueño, unas expectativas que probablemente no seamos capaces de cumplir, y si fuésemos capaces de hacerlo, simplemente todo se reduciría a la nada, es una forma pesimista de ver la existencia, es una forma absurda de contemplar nuestras emociones por conseguir más, pero al fin y al cabo, ¿que necesitas que no tengas ya?. Ten un trabajo, un sueldo, una televisión, un sofá de cuero, un minibar, una piscina, una barbacoa, un precioso perro de pedigri, un jardín, una bañera con jacuzzi, una asistenta, un jardinero y sustituye el calimocho por Jack Daniels...


 Haz de tu vida un sueño materialista, al fin y al cabo es el estilo de vida que te han enseñado a vivir, al fin y al cabo, no sabes muy bien por qué pero si te levantas cada mañana con un despertador apple, se supone que te dolerá menos salir de la cama.
Hazlo, reduce tu razón de ser a un montón de chorradas materialistas, y vive la vida que te han enseñado a vivir.
Pasa por encima de quien tengas que pasar para conseguir todas esas mierdas, producto de la sociedad consumista en la que vives.


Haz todo lo necesario y llora en tu mansión de cinco estrellas cuando ya no sepas que cojones quieres, ni cual es el sentido de tanto objeto absurdo en tu alrededor. Llora todo lo que quieras, que ni tu mansión ni tu despertador apple, ni tu barbacoa, ni tu piscina, ni tu televisión, ni tu jacuzzi irán a preguntarte si te encuentras mejor. Y llegado el momento, tanto tú, en tu tumba de mármol blanco coronada con angelitos de oro de catorce quilates, como yo en mi pútrida caja de cartón desconchada nos pudriremos sin llevarnos nada de toda esa basura que hemos ido acumulando.




  ¿Qué cuál es el sentido de toda esta parafernalia?, pues no lo sé. Tampoco me importa.